lunes, 17 de marzo de 2014

"El referente"

Siempre me he negado rotundamente a compartir la literatura que escribe uno para sí mismo con un público, pero dado que apenas esa audiencia se ve interesada por los frutos de la imaginación y prefiere la realidad bien masticada (lista para tragar), me veo motivado a compartir con los lectores un pequeño extracto de un ensayo que escribí hace tiempo. Aquí les dejo...


"No en vano, el referente se miente a sí mismo, y en consecuencia, miente a su alrededor con la intención indispensable de rellenar sus apetencias. Anhelos que vienen determinados y condicionados a lo largo de su vida, cuyo desarrollo pende de su disposición a desprenderse de aquello que la mayoría de los seres creen necesitar.

El individuo pretende, se siente a veces abrumado por dominar su interior. El individuo es miembro, (pese a sus intentos por salir del circuito), fruto del atosigamiento germinado por el poder de atracción del asfalto.

En cambio, el referente ha creído formar parte también de la carrera, su competitividad humana es al igual de fuerte que la del resto. Sin embargo, a la par que la prueba va avanzando, el referente pierde el interés y no se identifica con el ansia de los que creía sus semejantes.

Toma conciencia, decide ser el director de carrera, abandona su intención de obtener el oro. Contrincantes, algunos que hacen pasarse por cercanos, le señalan y respiran, pues el más duro de los rivales se ha rendido. 


Algunos ríen, se quitan el sudor de la frente. Otros se burlan, se engañan, se preguntan entre ellos, a sí mismos. Finalmente, una minoría, sospecha. El referente conoce a los que sospechan, sabe de la situación de los mismos y de su peligrosidad.

Pequeño vacío.
Ocurre el tiempo.
Tremendo vacío.

Le recuerdan, le critican, le juzgan, le reprochan, le murmuran, le censuran, le analizan y le avalan. ¡Ah! Que mal sabor de boca deja el oro"


Quédese estupefacto e impasible. No busque una interpretación. No lo haga, hágase un favor.


@JuanKoJuan 

Queda prohibido reproducir, copiar o hacer uso del escrito sin previo permiso.

jueves, 13 de febrero de 2014

Escuche mi consejo

Si algún día nos interesase analizar los consejos que nos dan, veríamos cómo las distintas generaciones llegan a un mensaje común pese a que los matices son bien diferentes. Tan solo nos hace falta escuchar a los mayores de nuestra sociedad -si somos capaces de invertir un poco de tiempo en ellos- para percibir (generalmente) un ansia por retener y por controlar exquisitamente en qué gastan su dinero. Las arrugas son el espejo retrovisor de otra época, estando en nuestro alcance, vamos a inquietarnos por su filosofía económica. ¿Por qué inculcaron a sus hijos el "deber de estudiar para poder colocarse bien"? ¿Por qué esa importancia a la alimentación? ¿Por qué lo percibimos como algo exagerado? Tienen una sencilla respuesta: "el dinero del tonto se escurre pronto".

La predeterminación ideológica y política que sufren los hijos son frutos de lo vivido por los padres en la Guerra Civil, transmitiéndose muy ligeramente a los desinteresados nietos. Sea aquí la trivialidad de "Las dos Españas", de la transmisión de ideas, de los intentos por romper con ellas y del retorno actual del caciquismo al país. Probablemente, haya sido este sentimiento de nuestros mayores por conseguir dinero -para asegurar un techo y alimentos- o el afán de retener bienes y consolidar un futuro a los hijos, lo que haya logrado que el mensaje neoliberal se haya inculcado con tanta fuerza en la sociedad. Ha aprovechado dicho sentimiento para introducir semillas de preocupación, de competición, de desinterés y de insensibilización. ¿Qué les preocupa a sus hijos? La continuación del "estudiar por un futuro puesto" que asegure una vivienda digna, o la sana ambición de aspirar a un alto puesto y así sentirse satisfechos por ver que sus primogénitos han llegado más "lejos" que ellos.

Nosotros, los hijos de los noventa y generaciones limítrofes nos vemos obcecados consciente e inconscientemente a buscar el dinero. En su mayoría no como medio para sobrevivir, como puente hacia situaciones felices o por necesidad real, sino por materiales que facilitan nuestra comodidad y nos dan una felicidad instantánea. Nosotros, sucesores de la experiencia de la Guerra Civil y de la Transición, nos hallamos en una burbuja donde los consejos de estas épocas lo vemos como algo atrasado, que no se adecua a los tiempos. ¿Dónde queda el interés por aprender de otros períodos? ¿Cuanta autocrítica sincera nos hace falta?

Aprender a escuchar, a reflexionar sobre la Crisis que nos han hecho creer, a considerar y ponderar aquello que se nos dice.

Entiéndase como se quiera.                                                                                  @JuanKoJuan

domingo, 29 de diciembre de 2013

Hacia lo automático

Héroes, aquellos que bien sea por la ignorancia o por su repulsa a la máscara han conseguido mantenerse al margen. Va por ustedes.




¿Conoce usted lo que son los anfídromos? Infórmese. Aquellos peces que se mueven como nosotros, pequeña minoría, ante un conflicto mental con el que lucha cada día. El desprendimiento y la decisión. El vencer al inconsciente que mira el móvil, lo actualiza, lo mima y trata de tenerlo lo más cerca posible a su ser. Precisamente este acto “inconsciente”, tan logrado por las multinacionales y élites económicas, nos ha llevado a tal punto de impetuosidad y descuido, que nos hemos convertido en los perfectos peces-esclavo forzados por una corriente invisible a vivir en un hábitat dulce o salado. Mucho se escribe y se habla sobre esto, pero nosotros, los minoritarios que creemos darnos cuenta de sus efectos, no lo llevamos a la práctica.

Ni siquiera hace falta mirar alrededor, con mirarnos a nosotros mismos sumergiéndonos en nuestra memoria, apreciamos que nuestras capacidades se están viendo tan reducidas, que para recordar, necesitamos echar mano de aquellas fotos hechas con nuestro preciado aparato. Plantéate tú, persona desdichada, por qué toda esta máscara cuyos tentáculos engloban al uso excesivo de la mensajería instantánea y las redes sociales lo consideras como algo ÚTIL.

<<No nos despegamos del teléfono, llegando a ser de las primeras cosas que vemos al despertarnos cada día>>

Útil sería si no se llenase la red de un humor fácil en fotos y vídeos, los cuales rellenan un aburrimiento acrecentado por este círculo. Beneficioso sería, si la información no fuese tan superflua y de tan baja calidad (falta de contrastes entre fuentes) o si no se estuviese más pendiente de lo que ocurre allá, que aquí. Apenas somos conscientes del tiempo dedicado a estas apetencias. No obstante, nos justificamos con la indiferencia o el aburrimiento y coqueteamos con ello. Una vez conquistados, no nos despegamos del teléfono, llegando a ser de las primeras cosas que vemos al despertarnos cada día. Mas no nos importa.

Desmarcándome de lo anterior, me pregunto: ¿Dónde quedan los productos cuyos complementos venían con su compra? No existen. Usted ha de comprarse su funda, su protector de pantalla y un cargador adicional “por si las moscas”. Oiga, ¡no se compre una funda fea! Cómpresela de colores, con brillantes, con fotos, con formas… ¡Cuánto más original mejor! No digamos ya la duración de los dispositivos, una obsolescencia programada brutal. Tan asimilada y tan poco cuestionada, que nos incita todavía más a consumir, dejándonos arrastrar por la novedad. Cuanto más nuevo y más innecesario sea, mejor. Pongo como ejemplo el móvil acuático, todos sorprendidos, tentados, con ganas de conocerlo. ¿Para qué? Para reducir tu vida más todavía, adentrándote en este mundo paralelo en el que hemos tropezado. ¿Sabe lo peor? Que si lee esto y se ve reflejado le va a dar igual. Ya considera necesarias ciertas cosas que el móvil le proporciona. Además, es cómodo vivir con ellas.

Volvamos a lo previo. Ahora que ya se ha sentido un poco ofendido, he de decirle que nos resulta difícil el apartar el teléfono un día entero. Y no ya a lo largo de una jornada, sino a lo largo de un período corto de tiempo -como puede ser una cena o una comida- el no pensar en si una persona nos ha whatsapeado o nos ha nombrado en alguna red. Esta tendencia, la cual conoces y no quieres aparcar, nos ahoga cada vez más a ciertas personas. El por qué de esto, reside en unas sencillas preguntas que solemos rechazar a meditar:

1 ¿Por qué he de informar yo de qué estoy haciendo? ¿Con qué intención lo hago?

2 ¿Por qué quiero dar a conocer mi opinión abiertamente a cerca de algo?

3 ¿Qué me mueve a colgar fotos y vídeos sobre mí o sobre lo que hago?

4 ¿Por qué deseo “likes” o “retweets”?

5 ¿Qué me aporta a mí mismo todo esto?

Piense fríamente, si se atreve.

Piense, que le van a dar igual sus respuestas. Pues el valor de las mismas las está reduciendo usted.

Sería caer en la hipocresía el incitarle a compartir esto, sería acrecentar el círculo que engloba toda esta realidad virtual. Pero me veo tan seducido por la contradicción, que he de decirle que lo muestre a otros si de verdad piensa llevarlo a la práctica.

@JuanKoJuan


domingo, 1 de diciembre de 2013

Entrevista con José Manuel Paredes

Detrás de la doctrina Parot

José Manuel Paredes, Catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Oviedo, nos orienta para descubrir que hay detrás de la doctrina Parot. Los puntos calientes ilustrados por el jurista son la ilegalidad, el desinterés del ciudadano o la búsqueda de una alternativa legislativa. Aquí les dejamos la entrevista, no tiene desperdicio...


Probablemente si hace unos meses a cualquier español le hubiésemos preguntado qué es la doctrina ­­Parot, pocos hubiesen sabido respondernos. ¿Considera usted que al ciudadano no se le informa de forma implícita sobre los cambios jurídicos? ¿O es más bien desinterés por conocer las leyes vigentes?

R- Yo matizaría la primera afirmación: es cierto, la mayoría de los españoles legos en Derecho no sabían prácticamente nada sobre la “doctrina Parot” antes de que se convirtiese en un acontecimiento mediático. Pero tengo serias dudas de que ahora, después de todo lo ocurrido, la mayoría entienda verdaderamente qué es tal doctrina. Creo que, precisamente, tal desconocimiento (originado por la lógica ignorancia de quien no es experto en un tema, combinada con el ruido y la manipulación políticas y mediáticas del problema) es lo que explica muchas reacciones, completamente fuera de lugar, de muchos ciudadanos.

Respondiendo a la pregunta, pienso que la información sobre cuestiones técnicas o jurídicas hoy en día está ahí, disponible, para quien quiera acceder a ella, con más facilidad que nunca: hay información en medios de comunicación -alguna rigurosa, aunque también mucha desinformada o manipulada, es cierto-, hay documentos disponibles públicamente… Y tenemos una ciudadanía con un nivel educativo suficiente para entender, con un poco de ayuda técnica, los temas. Entonces, la pregunta que hay que hacerse es por qué la mayoría de las personas opinan, sobre estos temas, de oídas: ¿pereza, partidismo? Supongo que hay un poco de todo esto. No obstante, yo apuntaría a algo más: a diferencia de, por ejemplo, las cuestiones de política económica (también complejas, pero en las que, como nos va a todos mucho en ellas, atendemos con cuidado a lo que dicen los expertos, intentamos entenderles, comprobar si son fiables o no, etc...), en las cuestiones penales, como la mayor parte de quienes opinan lo hacen “desde la barrera”. Porque piensan –a veces equivocadamente- que a ellos no les va a afectar la regulación, interpretación legal o institución de que se trate. Es más grande la tentación de confiar en “los míos”, o en los más charlatanes, antes que tomarme el esfuerzo de buscar la información adecuada y juzgar, racionalmente, por mí mismo.

<< La pregunta que hay que hacerse es por qué la mayoría de las personas opinan, sobre estos temas, de oídas: ¿pereza, partidismo? Supongo que hay un poco de todo esto>>

Lo peor de este fenómeno de la “pereza informativa en cuestiones jurídico-penales” no es sólo que se opine sin saber, y sin querer saber, lo cual ya es grave, en una democracia. Lo peor es que la existencia del fenómeno lo conocen perfectamente tanto los editores marrulleros, que entonces se lanzan a hacer morbo con los problemas penales; como los políticos sin escrúpulos, que manosean dichos problemas sin el más mínimo rigor, como una manera barata de arañar votos, de desacreditar al adversario, de hacer ver que hacen algo, etc. El resultado lo tenemos a la vista: demagogia de la peor especie, cuando lo que habría que hacer es pensar con la cabeza fría y legislar buscando resultados, y no únicamente efectismos o beneficios electorales.


¿Por qué no ha resultado válido el recurso presentado por España en Estrasburgo?

R- El recurso que presentó el Estado español ante la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos era un fracaso anunciado: lo sabíamos todos los juristas, y estoy seguro de que lo sabía también el Gobierno español, que presentó dicho recurso por razones políticas internas (para salvar la cara, frente a una parte de sus votantes), antes que porque tuviese ninguna posibilidad de éxito. Y es que ya la primera sentencia, (la de la Sección 2ª, de 2012) del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre el asunto Del Río Prada contra España, que así es como se denomina oficialmente el caso que ha declarado que la llamada “doctrina Parot” viola los derechos fundamentales de los penados, había sido meridianamente clara.

Declarando lo que, por lo demás, debería resultar evidente: que un penado que ya tiene fijado (primero, por sentencia judicial, pero luego por los procedimientos de refundición de condena propios de la Administración Penitenciaria) un tiempo determinado de duración de su pena de prisión no puede ver, de repente, inesperadamente, aumentada dicha pena por una decisión a posteriori de un tribunal; una decisión que, además, iba en contra de todos los precedentes anteriores de ese mismo tribunal. Que dicho cambio a posteriori en su pena viola su derecho a la seguridad jurídica y a una pena pre-determinada.

Así pues, en mi opinión, lo que habría que preguntarse verdaderamente no es por qué ha fracasado el recurso de España, lo cual me parece que era inevitable. Sino, más bien, por qué los sucesivos gobiernos españoles, pues hay que recordar que este asunto viene de la época en que gobernaba el Partido Socialista, que fue el promotor indudable de la “doctrina Parot”. Se han empeñado -con la inestimable colaboración de la docilidad de nuestro Tribunal Supremo- en que la ley se aplicase de un modo incompatible con los derechos fundamentales de las personas (recordemos que, terroristas, asesinos, violadores, siguen siendo), conduciendo a España a la vergüenza de ser condenada, como Estado responsable de una violación de los derechos humanos.

Una vez ya producidas muchas de las excarcelaciones previstas, ¿cree que el Estado busca alguna alternativa a la Doctrina Parot?

R- Sin duda. En el mismo espíritu, que en las anteriores respuestas denunciaba, de hacer demagogia y electoralismo con las cuestiones penales, el actual Gobierno está promoviendo una nueva reforma del Código Penal -solamente tres años después de la anterior-, en la que, entre otras lindezas, se pretende introducir en el Derecho español la pena de prisión perpetua. Con lo cual, nosotros, que ya teníamos el dudoso honor de poseer una de las tasas de encarcelamiento mayor por habitante de toda Europa, y algunas de las penas de prisión más largas del continente (recordemos que los máximos pueden llegar, ahora mismo, hasta los cuarenta años de prisión), vamos a añadir una prisión perpetua que, además de innecesaria y cara, está tan mal regulada que espero que sea declarada inconstitucional en cuanto entre en vigor y sea recurrida, pues significará condenar a una persona a prisión de por vida (por cierto: no necesariamente por hacer algo particularmente horroroso –un solo homicidio intencionado cometido por un grupo de dos personas a cambio de dinero puede dar lugar ya a prisión perpetua) sin ninguna garantía clara de en qué condiciones podrían llegar a abandonar la prisión; es decir, que, con un poco de mala suerte, podría llegar a morir en ella.

Entiéndaseme bien: no se trata de que el gobierno piense que sin “doctrina Parot” no es posible atajar los fenómenos de delincuencia más grave, y que por ello haya decidido introducir la institución de la prisión perpetua. Esto es lo que pretenden hacer creer, a aquellos ciudadanos tan mal informados, tan ingenuos o tan acérrimos como para confiar en los discursos del Ministro de Justicia. Pero las cifras cantan: dado que el número de delitos gravísimos (asesinatos, violaciones, etc.) que existen en España es tan pequeño, porque vivimos en una sociedad tan poco violenta, y la cifra de impunidad de los mismos es prácticamente cero (es decir, que en todos se identifica a los delincuentes y se les juzga), ningún legislador sensato recurriría a “matar moscas a cañonazos”. Pero, claro, no se trata de eso: de lo que se trata es de que la prisión perpetua le sirva al Gobierno como banderín demagógico de enganche: para seguir vendiendo a sus votantes el discurso de la “mano dura contra el crimen”; justamente, para lo que sirvió anteriormente la “doctrina Parot”.

¿Cabe la posibilidad jurídica de aprobar una nueva ley similar?

R- Ratifico lo dicho antes: la “doctrina Parot” no era una ley, sino una determinada (e ilegal) interpretación que el Tribunal Supremo español hizo, a partir del año 2006, del Derecho vigente. El cual no había cambiado: y precisamente por ello el cambio de criterio del Tribunal Supremo violaba el derecho a la seguridad jurídica de los ya penados. Por ello, cualquier reforma legal podrá afectar a otros derechos de las personas, pero no a su derecho a la pena pre-determinada por la ley.

<<La “doctrina Parot” no era una ley, sino una determinada interpretación que el Tribunal Supremo español hizo>>

En concreto, en el caso de disposiciones legales que pretendan prolongar indefinidamente la permanencia en prisión, los derechos de los penados a considerar serían, de una parte, su derecho a una condena cierta, derecho que es violado cuando la duración de la pena se somete a condiciones vagas, de apreciación muy libre por parte de los tribunales -como ocurre en el Proyecto de reforma del Código Penal, actualmente en tramitación-. De otra parte, además, las penas, aun si son ciertas, no pueden tener una duración ilimitada, libremente fijada por el legislador, sino que han de sujetarse a límites: no pueden ser penas crueles, inhumanas o degradantes -la prisión perpetua lo es-; no pueden ser desproporcionadas en relación con la gravedad del delito cometido (y, tal y como está prevista en el Proyecto de reforma, la prisión perpetua lo es también); en fin, han de resultar justificables, desde la perspectiva de la resocialización del delincuente. Pues, si imposibilitan la rehabilitación (como lo hace la prisión perpetua), carecen de cualquier justificación. 

Por todas estas razones, en mi opinión, cualquier sustitutivo que al legislador se le ocurra para la “doctrina Parot” debería ser declarado inconstitucional por nuestro Tribunal Constitucional, -si cumple con su deber, claro está-.

Las imágenes de indignación y frustración en las víctimas han cautivado a la opinión pública. ¿Considera usted posible que surja cierta “alarma social” fomentada por las plataformas de víctimas, las cuales puedan tomarse la justicia por su mano?

R- La “alarma social” existe, desde luego: es decir, una sensación generalizada de injusticia, inducida por algunos políticos por algunas asociaciones de víctimas del terrorismo y por algunos medios de comunicación. Que están presentando como una injusticia insufrible el hecho de que personas que llevaban mucho tiempo en prisión, que hacía ya años que habían cumplido sus condenas y que eran mantenidas ilegalmente encarceladas por el Estado español salgan, al fin, en libertad.

Es comprensible que a ninguna víctima de un delito grave le guste que el delincuente que la dañó salga en libertad. Comprensible, pero nada más: no justifica, de ninguna manera, que por ello el Estado se ensañe con ese delincuente más de lo que se merece en virtud de la gravedad de lo que ha hecho. En este sentido, creo que hay que apelar a la racionalidad de las víctimas, y de la ciudadanía: castigar no puede ser lo mismo que vengarse. La venganza es siempre irracional, las penas estatales no deben serlo. De manera que quien delinquió, fue condenado y cumplió su condena, pasa a ser -mientras no se demuestre lo contrario- un ciudadano más, con los mismos derechos y responsabilidades que el resto de nosotros.

Por último, no quiero creer que puedan producirse esas reacciones de “tomarse la justicia por su mano” (llamémoslas por su nombre: linchamientos), porque sé que la sociedad española es, como más arriba indiqué, escasamente violenta, y porque confío en que la gran mayoría de las víctimas de los delitos son capaces de conservar su racionalidad y distinguir entre su natural dolor y el respeto por lo que –por mucho que les duela- es justo. En este sentido, confío mucho más en el sentido común de la ciudadanía que en quienes dicen representarla, (muchos líderes políticos) o transmitir sus inquietudes (muchos medios de comunicación y opinadores), cuando lo que están intentando es manipularla para sus propios fines.


"La crítica convertida en sistema es la negación del conocimiento y de la verdadera estimación de las cosas." Frédéric Amiel. 


Queda prohibido reproducir, copiar o hacer uso de esta entrevista sin previo permiso.


           @JuanKoJuan                                                                           Hijos de los Noventa

lunes, 2 de septiembre de 2013

Entrevista con Elvira Lindo


Enérgica, concisa, sin preámbulos. Elvira Lindo opina sobre el uso del lenguaje de la clase política y la situación actual del periodismo con respecto al auge de las redes sociales.




¿Cómo se lleva el ser periodista en los tiempos que corren?

R- No estoy trabajando como periodista realmente, escribo como columnista. Creo que en estos momentos es más interesante la información que la opinión. O que muchas de las cosas que decimos ya están dichas. Hay que poner datos sobre el papel y eso han de hacerlo personas dedicadas en cuerpo y alma al oficio, lo cual es difícil porque el periodismo se ha convertido en un oficio muy precario.


Las redes sociales han revolucionado los medios de comunicación. La información fluye a una velocidad vertiginosa… ¿Cómo afronta usted estos cambios? ¿Caducan las noticias más rápido que antes? 

R- Es interesante en cuanto a inmediatez pero está provocando una opinión reactiva y poco reflexiva que no me interesa mucho. Todo el mundo cree que su opinión es sagrada y a veces se echa de menos un escalafón que valore unas opiniones más que otras.


¿Suponen las redes sociales un reto para el periodista?

R- El periodismo está sometido a mil retos, a mil crisis. Sobrevivirá si sobreviven los sistemas democráticos, porque el periodismo es el oxígeno del sistema, pero de momento vivimos en plena crisis y estamos aturdidos por lo que se nos ha venido encima. ¿Quién imaginaba esto hace veinte años? Hay que saber amoldarse a los nuevos medios y se hará, pero tardaremos mucho en hacer compatibles gran periodismo, es decir, periodismo rentable y remunerado, y mundo digital.


Continuamente se critica la labor periodística por su pérdida de objetividad e imparcialidad. Da la sensación de que la profesión está más cuestionada que nunca. ¿Es esto cierto?

R-Ya digo, estamos en crisis. Se nos cuestiona y me parece perfecto. La calidad ha caído muchísimo.


¿Guarda alguna relación la pérdida de credibilidad en la clase política con los medios de comunicación?
Supongo que sí, los periodistas han estado demasiado cerca de la clase política. No les podían juzgar con objetividad. Formaban parte del mismo grupo social.

                                               

¿Qué efecto cree que tiene el discurso político sobre la opinión pública?

R-No creo que ahora haya discurso político. Hay otras cosas: se habla de corrupción, economía, se echan balones fuera, se trata de extender la culpa para que se diluya, pero no hay discurso político. El discurso político de la derecha es el de favorecer a los más favorecidos, y el de la izquierda está en crisis. No porque falten motivos sino porque todavía no se ha sabido crear un lenguaje de izquierdas adecuado a los tiempos y desvincularlo de la ortodoxia del pasado.


Usted dijo en una entrevista para La Ventana en el pasado mes de abril que: “los rasgos de humanidad del discurso de Gallardón en el tema del aborto son muy hipócritas”. ¿Considera que Gallardón utilizó esas palabras a conciencia? 

R- ¿Qué palabras? Si te refieres a si él se cree el discurso reaccionario con el que defendió una regresión en la ley del aborto te diré que es un personaje de mil caras. Tenía un talante tolerante cuando en su papel de alcalde de Madrid trataba con gente de la cultura y otro más derechoso para satisfacer a ese sector de su partido que desconfiaba de él. De cualquier manera, creo que hay un político hay que juzgarle por lo que hace. No tengo interés en analizarle psicológicamente: su actitud reaccionaria ha quedado clara.


¿Hasta qué punto los políticos han de hacer uso de tecnicismos para hablar en público? 

R- Los utilizan abusivamente, y en general lo hacen porque se trata de muletillas que ocultan su falta de habilidad en la oratoria.


¿Cree que el político usa un lenguaje específico para jugar al despiste? Puede que la “indemnización en diferido” de Cospedal sea un ejemplo de ello…

R- Para justificar los errores, para desviar esos errores a otros, para no decir la verdad.




Gracias Elvira                                                                                           Hijos de los Noventa



Queda prohibido reproducir, copiar o hacer uso de esta entrevista sin previo permiso.

lunes, 8 de julio de 2013

A mí el aborto

Desde Hijos de los Noventa quizás se nos vea el plumero, pero oigan dicen que...
"Ofensa hace a los buenos el que a los malos perdona"

El intento de ilegalización del aborto en España, solo aplicable para las mujeres sin recursos


En los últimos años, entre los miles de debates pendientes en España, uno de ellos ha sido especialmente intenso, bien por la delicadeza que debe emplearse para tratar el tema o bien por la profunda contraposición ideológica entre los debatientes. Hablo del aborto, de la sangrante lucha entre pro abortistas y antiabortistas, de los infinitos argumentos a favor y en contra que se han mostrado en todas las primeras planas. 

En España, la conocida Ley del aborto, o Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, entró en vigor en el año 2010 con el gobierno socialista de Zapatero. En ella se recoge de forma explícita la total despenalización de la práctica abortiva para mujeres mayores de edad durante las 14 primeras semanas de embarazo, ampliándose el plazo a las 22 semanas en caso de anomalía en el feto. Además, las mujeres entre 16 y 18 años, pueden optar también libremente al aborto incluso sin el consentimiento de sus padres o tutores si así lo prefieren.

Esta ley, como todas las que embarcan al país en un paso más hacia el progreso y hacia la aproximación a los demás países del marco europeo, no tardó en suscitar una seria polémica que puso en tela de juicio a la ética, a la ciencia, a la religión y sobre todo, a la política. El Partido Popular anunció ya en su campaña electoral la intención de reformar dicha ley, y la iglesia católica se cuidó muy mucho de tildar en sus discursos a la práctica abortiva como “criminal”

Como ya he dicho, saltaron a la palestra argumentos en contra como que desde la fecundación el ser vivo ya goza de humanidad, o que no es posible negar que el aborto es un asesinato en toda regla. En el otro lado del estrado, las feministas y los partidos políticos izquierdistas respondían estos ataques con los supuestos de libertad y legitimidad de la mujer para decidir. Ahora bien, uno de los argumentos más vanagloriados de los proabortistas fue y es el problema de la clandestinidad y la desigualdad que suscitaría la ilegalización del aborto. Y en este es precisamente en el que me quiero centrar, por estar totalmente a favor y por reconocer que es el único que tiene un fundamento sólido.

<<En el otro lado del estrado, las feministas y los partidos políticos izquierdistas respondían estos ataques con los supuestos de libertad y legitimidad de la mujer>>

Últimamente, la inmensa mayoría de la población española está a favor del recurrido tópico “las leyes son para los ricos”. Y la del aborto, o más bien, el intento de prohibición de la práctica abortiva en España, pese a estar conscientemente difuminada por los debates éticos, de igualdad y demás, deja también al descubierto un trasfondo tenebroso para las clases bajas de la sociedad. Dejando de lado la polémica que sugiere la decisión de una mujer de abortar, lo cierto es que su prohibición sólo sería aplicable para aquellas con menos recursos. Hablo del turismo abortivo, la posibilidad de viajar a un país en el que sí esté permitido abortar, sólo al alcance de aquellas mujeres con más recursos económicos.

¿Qué pasa por tanto con aquellas a las que su economía no les permita viajar? Quedan abocadas a la clandestinidad, poniendo en riesgo sus propias vidas y su salud de forma innegable. ¿Y aquellas que no se atrevan? Quedarán destinadas a traer al mundo hijos de los que no podrán hacerse cargo, a los que no podrán dar la vida que se merecen, condenados a seguir engrosando las listas de pobres de nuestro país.Y probablemente de éstos últimos, será de los que poco se acuerde el gobierno y la iglesia. La mujer rica que aborte en secreto fuera de nuestras fronteras será probablemente la misma que se posicione en contra del aborto en España, que se siente a misa los domingos y que vote al Partido Popular. 

Lo cierto, es que se necesita que los pobres seamos más, se necesita privarnos de libertad, desde el hipócrita discurso en defensa de la vida humana, cuando en el resto de ámbitos parece que es la propia vida humana lo que menos importa.

Una mujer que aborta por no poder darle a su hijo todo lo que necesite, una mujer que prefiere no traer al mundo un niño al que no se ve capacitada para criar, una adolescente que se ve sumergida en una situación que la supera, no es una criminal, no es una asesina. Es una valiente.­

Paloma Álvarez

domingo, 9 de junio de 2013


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Hemos de confirmarles que próximamente realizaremos un reportaje centrado en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Galardonada por el Parlamento Europeo como "Ciudadano Europeo" 2013. Analizaremos su trayectoria dejándonos guiar por miembros de la plataforma y conoceremos la opinión desde diferentes puntos de vista sobre la polémica que gira entorno a los 'escraches'.

¡Permanezcan atentos!

jueves, 30 de mayo de 2013

Del ojo a la lengua

El lenguaje político



  • Hay que ser positivos señores, podemos salir de la crisis, ¡de peores hemos salido hombre!
  • Nada hijo hay que apechugar. A aguantar y 'tirar pa'lante'.
  • ¡Vivimos en un país de chorizos! Esto en Alemania no pasa.


       
Podría llegar a escribir decenas de expresiones que como estas, circulan en las paellas de los domingos, las reuniones compuestas de cafeína, las discusiones con el suegro o en los círculos perfumados con nicotina que se aglutinan en las puertas de los bares. A falta de conocimiento que la sociedad española tiene de las acciones políticas, nos excusamos en un simple: "Yo ya no quiero saber nada de política, mientras que no me falte trabajo...". Parece ser que estamos acostumbrados a oír siempre las mismas cosas, que si uno fue el que provocó todo esto, que si hemos vivido por encima de nuestras posibilidades...  Pero, ¿Se han preguntado alguna vez por qué todo el mundo dice lo mismo?

Una de las razones por lo que ocurre esto es el lenguaje, por muy ingenuo que parezca. Cuando Marianico nos dice: "no hay alternativa", "siendo razonables..." o que "los expertos están de acuerdo en...", no hace más que incidir e inculcar indirectamente a la audiencia de que es la única realidad que hay, que no existen alternativas.Como bien dice la escritora biopolítica Clara Valverde en su libro No nos lo creemos, a través de las estrategias lingüísticas, la gente ha llegado a creer que de esta crisis todos hemos sido igual de responsables. Quizás es que no se haya explicado al ciudadano, que los bancos han andado a la caza de gente económicamente frágil, poniendo en bandeja a las constructoras una presa que se veía capaz de tener una vivienda antes inimaginable. Este empujón que proporcionaba la banca y la clase política para endeudarse, ha derivado en una colleja por haberlo hecho.

<<La gente ha llegado a creer que de esta crisis todos hemos sido igual de responsables>>

Resulta motivo de mofa el recordar cuando María Dolores de Cospedal dijo en 2010: "Que los trabajadores estén tranquilos, que aquí está el PP para defenderles". Muy bueno de verdad, la Cospe se merece un premio. Quizás la solución pase por hacer como en Portugal, riéndonos en las comparecencias de los cuentos que nos están contando. Les ruego que un día les escuchen profundamente y analicen lo que están escuchando. Puesto que según grandes empresarios, políticos y ¡oh!, la Gran Alemania, la crisis es una gran oportunidad para el parado. No solo eso, sino que motiva al parado a ser creativo, a tener ideas y buscarse las castañas. Si usted es tan necio y torpe de no pensar así, nunca llegará a salir de la situación en la que vive... ¡Usted es una persona muy negativa! Por favor, no caigan en ese juego de interiorizar esos consejos que no sirven más que para doblar las rodillas y ser sumiso ante las decisiones que afectan a todos. 

¿Cuándo llegará el momento en el que dejemos de agachar las orejas? de aguantar falacias como la última que dijo el señor Rubalcaba relativa a la financión de las pymes: "Hablé con Rajoy, estamos creando un gran acuerdo". Señores, no es que sea un simple acuerdo, es un GRAN acuerdo, sublime, que resolverá todos los problemas del sector en un periquete... ¡Anda ya! #NoNosLoCreemos
Juan Ko - @JuanKoJuan



"La indemnización en diferido"

miércoles, 8 de mayo de 2013

Entrevista con Mercedes Milá

MERCEDES MILÁ

Nos atiende una de las personas con mayor repercusión televisiva. Mercedes, nos muestra su cara más periodística haciendo un repaso a la situación actual de la profesión y la importancia que están cobrando las redes sociales.


Mercedes, para usted ¿qué es el periodismo?

R- Mi oficio, mi profesión, el trabajo con el que me gano la vida desde hace 40 años. El periodismo es hacer preguntas, investigar, hacer de intermediario entre la gente y los poderosos; explicar las cosas que ocurren de forma sencilla y comprensible.


Existe la creencia generalizada de que se ha perdido la objetividad y la honestidad en su profesión. ¿Qué opina usted de ello?

R- Hace mucho tiempo, casi desde que empecé, que escucho decir cosas como esa. No me gusta generalizar. El periodismo, los periodistas honestos, siguen luchando por acercarse a la objetividad sabiendo que nunca lo lograrán del todo. Solo los lectores, los telespectadores o radioyentes, deciden qué se creen y que no.
En nuestro mundo vivimos un momento glorioso de protagonismo de la gente a través de las redes sociales y, para mí, eso hace que estemos más lejos que nunca de la mentira porque cualquiera, con un móvil, puede contar lo que conoce o ha vivido dejando con el culo al aire al periodista o medio de comunicación más poderoso. Es decir: para mí vivimos una época preciosa de libertad de expresión y de periodismo.


<<En nuestro mundo vivimos un momento glorioso de protagonismo de la gente a través de las redes sociales >>


-Según el código internacional de ética periodística (promulgado por la UNESCO), “La tarea primordial del periodista es proporcionar una información verídica y auténtica con la adhesión honesta a la realidad objetiva, situando conscientemente los hechos en su contexto adecuado.”
¿Cree que esto se cumple?

R- Si te dijera que sí, en general, sería una estupidez. Si digo que no, ocurriría lo mismo. Prefiero matizar y analizar los casos de forma individualizada.


-Suponiendo que usted trabaje en lugares donde la regulación periodística esté muy condicionada, como es el caso de países como Cuba o Corea del Norte, ¿Cómo cree que afrontaría la limitación estatal?

R- Tengo experiencia: he vivido mi profesión en el franquismo. Había que agudizar el ingenio y acordar con los receptores de nuestro periodismo unas claves para que nos entendiéramos sin acabar en la cárcel. Trabajar en una dictadura es difícil y quizá por eso, valoro tanto la libertad y me quejo menos que la gente que no habéis conocido ese mundo.


-¿Recuerda usted alguna situación en la que se haya visto limitada por la ley?

R- Yo perdí mi trabajo en el año 1973. Fui expulsada de TVE por un absurdo tema político. Me vi obligada a excusarme de algo que ahora nos parecería ridículo, para poder recuperarlo.




-En la actualidad, el uso de Internet ha provocado que exista información poco fiable. Puesto que mediante el uso blogs, foros y twitter se puede ser “creador de información” ¿Qué piensa acerca de esta situación?

R- Soy muy optimista en ese asunto. Es evidente que el anonimato de Internet crea situaciones injustas pero también facilita la intervención de gente anónima que ofrece información muy valiosa. Vivimos momentos de comienzos pero la situación se irá asentando y, una vez más, el público escogerá a quién creer.   



-Existen mentiras promulgadas por fuentes de información que tienen como fin el provocar un impacto en la opinión pública. ¿Considera que debería existir una regulación en Internet más estricta, de forma que la desinformación fuese penalizada?

R- Creo que eso sería poner puertas al campo. Tengo la impresión de que las leyes existentes, con los cambios y matices que se van necesitando, serían suficientes.


<<Fui expulsada de TVE por un absurdo tema político. Me vi obligada a excusarme de algo que ahora nos parecería ridículo>>

-A la hora de elaborar un programa como “Diario de”, ¿En qué medida se debe de ser prudente con los contenidos? 

R- El director de “Diario de...”, Alberto Muñiz y su subdirector, Nino Fontán, son dos periodistas extraordinarios que miran con lupa el contenido de nuestros reportajes. El rigor, el contraste en la información, es la base de nuestro trabajo y eso hace que la prudencia, que no el temor, esté siempre presente.



-¿Es usted consciente de su responsabilidad social? ¿Cómo lo afronta?

R- La televisión te da una fama tan brutal que tienes que administrarla y, por encima de todo, desde mi punto de vista, repartirla. Procuro que en mi trabajo, la responsabilidad social esté siempre presente. Aunque parezca exagerado, un programa como Gran Hermano, puede ayudar a mucha gente en campos muy diversos. Los mensajes que emitimos, las ideas en las que hacemos más hincapié, tienen que ser útiles, efectivas, morales. Somos un programa de entretenimiento pero jamás olvido la responsabilidad social que tenemos. Llegamos a muchísimas personas y desde semejante tribuna, está en tu mano, aunque solo sea a aliviar, el sufrimiento por unas horas. 




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Hijos de los Noventa

martes, 30 de abril de 2013


Guantánamo 
Aproximación a la realidad

Desde que en el año 2002 se comienza a utilizar como "cárcel", en Guantánamo se han vivido numerosas huelgas de hambre. La primera y más sonada pese a la censura de información fue al poco tiempo de abrir, cuando un soldado estadounidense arrojó y pisoteó al suelo un ejemplar del Corán. Entonces todos los presos árabes entraron en cólera chillando, intentando romper las cuerdas o tratando de rasgar las telas metálicas. De forma espontánea, todos los prisioneros entraron en huelga de hambre como relata Murat Kurnaz en su libro "Un inocente en el infierno". Kurnaz, preso en Guantánamo desde 2002 hasta 2006 documenta Guantánamo desde una perspectiva que merece la pena conocer. Éste, da cuenta de que existe una organización entre los reos, donde figura cierto liderazgo elegido entre todos sin que los soldados sepan su existencia. De forma que se llevan a cabo acciones conjuntas e incluso negociaciones con los americanos.

Existe una estructura dentro de la cárcel organizada por los presos, surgiendo un liderazgo desconocido para los soldados

Es inevitable no ponerse en la piel de estas personas al leer su libro, esta gente es real como lo son las vejaciones y torturas que reciben. Más allá de su religión y creencias han recibido humillaciones, maltratos y palizas destinadas a tratar y hacer creer al sujeto que no son personas. Kurnaz explica distintos procedimientos utilizados en la base norteamericana, entre ellos se encuentra el "maximum discomfort". El cual consiste en evitar que el prisionero sea incapaz de acostumbrarse a una situación difícil, incapacitándoles de movimiento, comida, alteración del tiempo e incluso el sueño. Esto mismo declara Lahcen Ikassrien (otro preso marroquí) a Jordi Évole en una entrevista para LaSexta, recordando como hacían cambiar constantemente de celda a los reclusos, además de golpearlas con cadenas para despertarles.

La intención estadounidense de erradicar el islamismo en los reclusos es razón por la cual cada vez eran más creyentes, al intentar separarles de todo lo que pudieran darles fuerza o confianza se refugiaban en la fe islámica. Transmite mucho respeto, hasta cierto temor las declaraciones que hace Lahcen.
Que cada uno saque sus propias conclusiones de la entrevista. Esperemos que en un futuro Guantánamo sea un Auschwitz, que sirva para recordar como un humano puede llegar a tratar a otro.

Entrevista a Lahcen en "Salvados"



<<Cuando nos cogen en Kandahar, nos hacen levantar y caminar mientras un soldado graba. Lo hacen para hacer creer que somos prisioneros de guerra. Todo mentira>>

A diferencia de Lahcen, Kurnaz fue arrestado en Pakistán y vendido por la policía a soldados estadounidenses. Al igual que el marroquí, les tomaron fotos vendiéndolas en la prensa como si hubiesen sido capturados en zona de guerra en Afganistán, presentándoles como terroristas a toda América. Una vez más, nos creemos lo que nos cuentan.



Juan Ko - @JuanKoJuan